Cuenca
Cuenca es uno de esos lugares en los que los historiadores del arte se inclinan a instaurar un periodo singular. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, la urbe también es un campo de pruebas para semejante variedad de alarifes. Pero no es sólo eso. Aun sin los adornos más expresionistas —los zaguanes y las callejas, las casas colgadas, los frisos de piedra—, su topografía se mantiene a la medida de un universo original, asimétrico y laberíntico, que rompe la lógica urbana. Por todo esto no podría faltar en esta lista de ciudades hispánicas que va creciendo con nuevas aportaciones.
Destacan en esta exposición, además de los monumentos históricos y religiosos de Cuenca, los secretos de sus calles, la voz de sus cantores, la belleza de sus tradiciones y artesanías; así como la riqueza natural del entorno, el agua verde y encantada del Júcar, que ciñe una de sus fronteras, y la hoz del Huécar, retorcida e inquieta. El paseo que se inicia en la plaza mayor, ronda de forma caprichosa la urbe, explorando sus calles, sus casas que ostentan antiguos señoríos y el mar de piedra que a lo lejos nos transporta a universos prehistóricos. Esperamos que los usuarios disfruten de su peregrina hermosura.
Coordinación, investigación y textos: Guzmán Urrero Peña
Fotografías: Fernanda Llobet
Colaboración: Institución Conquense de Cultura